Cariño, hablemos
No sólo los hombres heterosexuales reaccionan a veces molestos cuando les llega esta frase. ¿Quién quiere hablar de una relación que funciona "en conjunto"?

Pero: tarde o temprano, nadie puede evitar los análisis de las relaciones. ¡Mejor! Al fin y al cabo, los investigadores han descubierto, entre otras cosas, que es importante, aun a riesgo de discusiones, no dejar que se rompa el hilo de la discusión.

Por supuesto, es especialmente importante hablar "correctamente" con los demás. De hecho, nadie quiere enfrentarse a un muro de acusaciones. Por lo tanto, las conversaciones deben caracterizarse siempre por las emociones positivas, o al menos contenerlas.

El choque de diferentes personajes

La vida cotidiana en las relaciones lo demuestra: a algunas personas les encanta repasar el día, intercambiar información sobre la actualidad y/o hacer saber a la otra persona qué idiosincrasia le resulta molesta.

Para otros, las conversaciones de este tipo son una carga. Su "Nada" a un "¿Qué pasa? ¿Tienes algo?" a veces es muy serio.

Para que las disputas no estén siempre a la orden del día con personajes tan diferentes, no sólo es importante aceptar al otro tal y como es, sino que al mismo tiempo hay que aprender a "leerlo" un poco. ¿Quizás pertenezca al grupo de personas que muestran sus sentimientos más a través de los gestos?

Sobre todo en las relaciones de larga duración, se ha demostrado una y otra vez que es más fácil aceptar a la pareja tal y como es, sin querer cambiarla en cuanto a su voluntad de comunicación.

Discutir y reconciliarse puede contribuir a la armonía general

Para los recién casados, en particular, una pelea suele significar el proverbial "fin del mundo". Pero: una relación (por lo demás sana) no puede ni debe ser destruida por una simple disputa.

Más aún cuando en algún momento se reconoce que las discusiones son incluso capaces de fortalecer una asociación existente. Por supuesto, esto sólo se aplica si se observan algunas "reglas básicas" de la argumentación.

A pesar de las opiniones contrarias, por supuesto, el objetivo de ninguna de las partes debería ser perjudicar a la otra. Los que tengan esto en cuenta experimentarán comparativamente con rapidez que son tomados en serio por su contraparte incluso durante un desacuerdo.

¿Y qué podría ser más hermoso que una reconciliación apasionada después de que ambos se hayan dado cuenta de que es mucho más divertido recordar lo mucho que tienen el uno en el otro?

¿Quién encaja mejor?

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