Si se analiza la situación actual de los maricones, rápidamente se verá que a menudo hay diferencias significativas en los países del mundo y en cómo tratan la homosexualidad. Mientras que algunas naciones son comparativamente abiertas al respecto, por ejemplo, cuando un hombre ama a otro hombre, hay otros países donde los maricas se enfrentan incluso a la pena de muerte. En otros países, las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo están "sólo" prohibidas y pueden ser castigadas con penas de prisión, por ejemplo.

Es particularmente interesante en este contexto que el sexo lésbico parece adoptar aquí una especie de "papel especial". Porque: menos personas (y leyes) tienen problemas con ello. Las normas para los gays son mucho más estrictas aquí.
El hecho de que haya una treintena de países en el mundo en los que se castiga el sexo entre homosexuales - a veces de forma más o menos brutal - es especialmente chocante.

¿Es la homofobia una violación de los derechos humanos?

La ONU aborda el tema

Mientras tanto, la ONU se ocupa del asunto. Los responsables han declarado ahora oficialmente que es una especie de violación de los derechos humanos prohibir las relaciones sexuales entre homosexuales. Pero, de nuevo, la declaración (¿al principio?) sólo se refiere al sexo entre dos mujeres. En cualquier caso, el mero hecho de que la ONU se pronuncie sobre esta cuestión demuestra que el problema de la homofobia y su clasificación ha llegado al seno de la sociedad.

Sin embargo, la ONU va un paso más allá. En su declaración, también se pronuncia explícitamente sobre la situación actual en Sri Lanka, entre otras cosas. En este caso, la situación de las personas queer es especialmente grave, no sólo para los hombres gays, sino también para las mujeres lesbianas.

Cualquiera que sea sorprendido manteniendo relaciones sexuales aquí puede ser condenado a hasta diez años de prisión. Una circunstancia que hace que muchas personas ya no se atrevan a valerse por sí mismas, y mucho menos a vivir su sexualidad con la pareja de su elección. Y esto es precisamente lo que la ONU considera un tipo de violación de los derechos humanos que no debería tolerarse en el futuro.

¿Qué quiere la ONU?

Hay que reconocerlo: Las acciones de la ONU con respecto a las violaciones de los derechos humanos de este tipo son todavía un poco ampliables. Sin embargo, también muestran que algo se está moviendo. Con su actual llamamiento, los representantes de las Naciones Unidas se dirigen directamente a los responsables del gobierno de Sri Lanka. Quieren legalizar las relaciones sexuales entre hombres y mujeres del mismo sexo en el país insular. Al mismo tiempo, su objetivo es proteger mejor a las personas de la comunidad de Sri Lanka contra la discriminación de diversa índole en el futuro.

Ahora es el momento de que el Estado insular reaccione. Puede tardar hasta seis meses en hacerlo. Dependiendo de cómo reaccionen los responsables aquí, podría ser que la situación de los maricas en el futuro no sólo cambie en Sri Lanka, sino también en otros países del mundo. Si el gobierno del estado insular reacciona con tolerancia y decide realmente que los actos sexuales entre personas del mismo sexo serán legales en el futuro, es posible que otros países sigan su ejemplo.

La actuación de la ONU y su decisión de no limitarse a observar podría animar también a otros activistas y organizaciones de derechos humanos a alzar la voz. En resumen, aunque nadie debería ser tan ingenuo como para suponer que muchas cosas van a cambiar de la noche a la mañana, sería un error -como suele ocurrir- esconder la cabeza en la arena demasiado pronto. Las señales -gracias a la ONU- apuntan a la posibilidad de un cambio.

 

En Florida se ha aprobado finalmente la ley "No digas gay".

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