Mi primer amor en el viaje en grupo

Viaje en grupo

Nuestra clase estaba en un viaje en grupo a un hermoso lugar aquí en Alemania. Todos teníamos más de 18 años y era nuestro viaje de graduación. Dormimos en dormitorios separados. Una noche, nos fuimos todos a dormir y me acosté en mi cama, la litera de abajo de una litera doble. Todos seguían charlando y contando chistes y otras cosas. De repente, mi edredón se levantó y Christoff entró en mi cama y jugó como si fuera una niña y me manoseó. Me acarició el vientre y se acostó encima de mí y subió y bajó con su cuerpo. Eso me gustó mucho. Tomé mi mano y toqué las mejillas de su culo, entrando en sus pantalones. Al principio se estremeció, pero le gustó y se quitó los pantalones. Me quité también los pantalones y quedamos los dos totalmente desnudos en la cama.

Nos tumbamos y seguimos jugando, polla con polla, metiéndonos los dedos. Era tan emocionante que cada vez me gustaba más. Cogí su polla tiesa con la mano y le masturbé, pero me detuve a tiempo antes de que llegara al clímax. Se puso boca abajo y yo me puse encima de él e intenté entrar en su culo con mi polla. Gimió y me dijo, ¡por favor, fóllame! Pero mi polla dura no entraba y fue entonces cuando decidí ir con mi cara a su culo y besar y lamer su culo. Lamí en su agujero y tomé mis dedos y los puse en su agujero, tratando de ensanchar su ano. Mientras lo hacía, tomé su dura y larga polla en mi boca y besé su glande y chupé su polla.

Nunca antes habíamos sentido algo así

Cada vez estaba más excitado y me tocaba la polla con las manos. Me armé de valor, le metí la polla en el agujero y me lo follé. Empezó a gemir y le tapé la boca para que nadie lo oyera. Se había puesto muy cachondo y me dio un beso con lengua. Eso me gustó mucho y le devolví los besos. Le susurré su nombre al oído y se puso cada vez más salvaje y se llevó mi polla a la boca y la chupó tan bien que no pude aguantar más y me la metió en la boca. Christoff tenía su miembro en la mano y se estaba chorreando en mi vientre. Probé su esperma cogiendo un poco con el dedo y me lo metí en la boca.
Nos quedamos así un buen rato y nos dimos besos. Fue una experiencia tan buena que acordamos volver a vernos y dormir juntos.
Nos reunimos una y otra vez y tuvimos muchas experiencias sexuales estupendas.

 

¿Qué tal unas historias de mamadas pervertidas ahora?

Dejar una respuesta