Para muchos, la pregunta"¿Cuándo nos vamos a vivir juntos? " surge después de unas semanas, para otros sólo después de unos años. Pero independientemente de si es temprano o tarde: hay algunos puntos que pueden ayudar a que la situación sea lo menos estresante posible.

Los siguientes detalles demuestran que nadie debe tener miedo de irse a vivir juntos. Si sigues un plan en este sentido, puedes evitar problemas y, de paso, mantener fresco el amor.

El primer piso compartido

Consejo nº 1: ¿Compromiso? Siempre son bienvenidos, pero, por favor, no cuando se busca un piso.

Esta es una de las reglas más importantes de todas: antes de firmar el contrato de alquiler, ambos deben estar de acuerdo en que es la decisión correcta. Si a uno de los dos no le gusta el piso, es importante escuchar esta especie de señal de alarma.

Tarde o temprano, exactamente este tipo de compromiso podría degenerar en una disputa que comienza con las palabras"¡Siempre te he dicho que no me gusta este piso!".

Consejo nº 2: Buscar el número adecuado de habitaciones

A algunas parejas les encanta sentarse literalmente encima del otro todo el día. Otros necesitan un poco más de espacio libre. Los que buscan su primer piso propio deben saber valorar bien su asociación en este sentido.

En caso de duda, es mejor alquilar una habitación más, si es posible, que arriesgarse a tener disputas regulares después. (Consejo adicional: un balcón que pertenezca al piso puede, de hecho, ayudar -en el sentido más estricto de la palabra- a respirar profundamente).

Consejo nº 3: Una mirada a los detalles

Muchas parejas adoran sus tardes de bienestar juntas y las celebran de verdad. Según algunos cazadores de pisos, esto requiere una bañera en cualquier caso. Quien tenga las ideas tan claras sobre cómo le gustaría vivir con su pareja, debería elaborar una lista de cosas imprescindibles para su piso. De lo contrario, el"duro despertar" suele producirse tras la mudanza, como muy tarde. Otros detalles que entran en esta categoría son una zona de comedor más amplia y/o un jardín en el que relajarse en verano.

Consejo nº 4: Aclare las cuestiones financieras desde el principio

Este es probablemente el tema más delicado de todos: el dinero. ¿Quién tiene que pagar cuánto y cómo se distribuyen los costes para que todo sea lo más justo posible? Especialmente si ambos ganan más o menos la misma cantidad, la variante 50:50 es una buena opción. Todos los costes se dividen por igual y el potencial de discusión es comparativamente bajo.

¿Pero qué pasa si uno de los dos gana bastante más que el otro? En este caso, vale la pena desglosar la diferencia con exactitud y luego proceder al cálculo del porcentaje.

Sin embargo, no hay que dejar de mencionar que también hay muchas parejas que están muy relajadas con el tema delas "finanzas". Aquí, el lema suele ser: el que puede, paga.

Consejo nº 5: Manténgase en pareja y no se convierta en la clásica comunidad de pisos compartidos

Cualquiera que lleve mucho tiempo viviendo juntos sabe que la vida cotidiana se impone después de un tiempo. En este punto, a más tardar, es importante recordar que no hay que dejar de lado la pasión y la compañía.

Las citas periódicas, las reuniones con amigos y la constatación de que la armonía no tiene por qué prevalecer siempre pueden ayudar a evitar muchas trampas de estrés. En resumen: incluso después de varios años, la convivencia con tu pareja puede estar bajo una estrella de la suerte. Muchas parejas incluso hablan una y otra vez de cómo la mesa y la cama compartidas les han unido aún más. Por lo tanto, en lo que respecta a la situación de vida, puede valer la pena ser valiente y saltar por encima de la propia sombra.

 

La pregunta que corresponde al tema es: Dormir desnudo, ¿sí o no?

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